Alcohol y Ansiedad: Una mezcla no tan buena como parece.

Muchas personas calman su nerviosismo con una copa de vino o alguna otra bebida alcohólica. Puede ser que estés juntando el coraje necesario para enfrentar un evento social con personas a las que apenas conoces, o estás nervioso porque tienes que abordar un avión, o simplemente estar preocupado acerca del futuro. El alcohol puede ayudar a disminuir las inhibiciones, y reducir las dudas y los temores. Aunque te sientas más relajado momentáneamente, usar el alcohol para mantener bajo control tu ansiedad puede ser contraproducente a largo plazo.

Efectos inmediatos

A pesar de sentirte más relajado después de una o dos copas, tu cuerpo está procesando el alcohol y los efectos físicos pueden actuar como detonantes de sentimientos ansiosos. El alcohol puede tener un impacto negativo en los niveles de azúcar en la sangre cada vez que es consumido. La investigación ha demostrado que la reacción corporal ante la ingesta de alcohol es incrementar la secreción de insulina, reduciendo los niveles de azúcar en la sangre a la vez que impide el correcto funcionamiento hormonal que mantendría niveles adecuados de azúcar en la sangre. Tomar una cantidad tan pequeña como dos onzas de alcohol con el estómago vacío, puede llevarte a tener niveles muy bajos de azúcar en la sangre, causando mareos, confusión, debilidad, nerviosismo y temblores por ejemplo. Todos estos síntomas se parecen a los síntomas que produce la ansiedad, o actuar como un detonante de un episodio ansioso.

El consumo de alcohol también produce deshidratación, el alcohol es un diurético poderoso. Síntomas de deshidratación incluyen: mareo, debilidad muscular y nausea, síntomas que pueden ser traducidos en un ataque de ansiedad ante la idea de estar enfermo.

Efectos a largo plazo.

El consumo de alcohol tiene un efecto sedante en el cuerpo, es un depresor del sistema nervioso central. Los efectos inmediatos son: euforia, disminución de las inhibiciones y disminución de la sensación de ansiedad. Sin embargo el uso crónico del alcohol puede resultar en el desarrollo de tolerancia (cada vez necesitas una dosis mayor para lograr el mismo efecto), dependencia (no puedes estar sin consumir alcohol) y daños a muchos órganos como el hígado, el cerebro y el corazón.

Antes de buscar una solución fácil como recurrir al alcohol para calmar tu ansiedad, deberías acudir a un especialista y buscar terapia tradicional o alternativa para reducir tus niveles de ansiedad.

Ronny Schmatz Wolff

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