Prevención de Recaídas

Nos hemos vuelto expertos en apagar incendios, casi  todo tipo de tratamiento contra el abuso o adicción a sustancias  contempla como meta inmediata que el paciente deje de consumir y que se desintoxique. ¿Cómo hacemos para que este estado se mantenga en el tiempo? No solo unos cuantos meses. El resto de su vida.

Quizá deberíamos explicar algo acerca de la distorsión de la química cerebral producida por el abuso de sustancias: principalmente el núcleo de accumbens (o centro del placer) que regula la liberación del neurotransmisor dopamina.

El abuso de drogas provoca una gran descarga de dopamina, el neurotransmisor del placer, a la vez que libera esta gran cantidad de dopamina bloquea la re captación de este neurotransmisor, es por esta razón que se crea el fenómeno de tolerancia, es decir: necesita aumentar la dosis o la frecuencia de consumo para sentir el mismo placer.

Cuando el paciente supera el período de desintoxicación y logra la abstinencia la liberación de dopamina se siente mínima en comparación con la gran descarga producida por el abuso de sustancias. Produce un estado de anhedonia (incapacidad para sentir placer).

Entonces lo ideal sería reeducar a la química cerebral desde el inicio del tratamiento.

Está comprobado que se puede obtener satisfacción desde un inicio del tratamiento con formulas que parecen tan simples que casi nadie las toma en cuenta.

La actividad física, si es lúdica (juego) mejor, el hecho de dedicar una parte del día a hacer ejercicio (aunque nos cueste trabajo y sea lento el progreso) nos puede proporcionar un grado de satisfacción al proponernos una meta e ir avanzando para alcanzarla, independientemente que se liberan endorfinas (otro tipo de neurotransmisores) que está comprobado que actúan como un calmante natural, que puede aplacar la ansiedad que produce el síndrome de abstinencia.

Un tratamiento serio debe contemplar desde un inicio que: de acuerdo a las capacidades del paciente este aprenda un oficio o estudie una carrera, que le permita acceder a un trabajo digno que le permita subsistir.

Desarrollar y alimentar una red social de soporte que no implique el consumo de drogas. Debido al que la mayoría de pacientes han restringido su círculo social a consumidores de sustancias este punto es vital. Si utilizamos como micro sociedad un gimnasio, un salón de clases un taller de capacitación técnica, o un centro de trabajo, por ejemplo, el paciente puede ir tendiendo hilos que lo reconecten a la sociedad de a pocos y con prudencia.

¿Mucho a la vez? Mi opinión es que puede hacerse desde el inicio del tratamiento, avanzando al ritmo que el paciente sea capaz,  aumentando el grado de satisfacción consigo mismo que es el verdadero soporte de una rehabilitación permanente.

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Ronny Schmatz Wolff

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