¿Es Dañina la Marihuana? *
El daño que produce la marihuana se mantiene como un debate acalorado no resuelto. Evidentemente hay daños en las vías respiratorias y riesgos de adquirir cáncer como consecuencia de fumar una sustancia que contiene muchos de los componentes que encontramos en los cigarrillos.
La evidencia más fuerte en contra de la marihuana la encontramos en numerosos estudios realizados que demuestran un fuerte vínculo entre fumar marihuana y tener síntomas de psicosis incluyendo la esquizofrenia. Sin embargo ninguno de estos vínculos ha sido totalmente demostrado y algunos argumentan (no muy convincentemente) que el vinculo puede ser opuesto, es decir, que pacientes que padecen de psicosis o esquizofrenia utilizan la droga para manejar o controlar los síntomas descritos.
A pesar que existe amplia evidencia que consumidores de marihuana permanecen desempleados o sub empleados, o su instrucción es deficiente, o tienen un grado de instrucción bajo, nuevamente se utiliza el argumento inverso, que aquellos que tienen menos oportunidades de desarrollo personal pueden llegar a consumir marihuana para sentirse mejor.
¿Es adictiva la marihuana? Definitivamente, especialmente entre los jóvenes. ¿Existe déficit de aprendizaje como consecuencia de fumar marihuana? De todas maneras, aunque sus efectos a largo plazo aún se deben determinar después que se haya suspendido el consumo.
A pesar de la falta de evidencia definitiva que demuestre el daño que produce la marihuana, cualquier terapeuta que trabaje con consumidores asiduos de cannabis, tienen la clara sensación que la persona frente a ellos tiene una conducta que demuestra embotamiento, déficit de atención, está en desventaja en cuanto al manejo de su discurso y lenguaje corporal (falta de habilidades sociales), y no demuestra reacciones propias a su persona (sino más bien una serie de reacciones que encajan en el estereotipo del fumador de marihuana), es decir no se puede saber quién esta detrás de los efectos de la marihuana.
“Fume mi primer troncho cuando tenía 15 años, y recuerdo haber estado tumbado de espaldas en el pasto de un parque y perder el sentido del tiempo. Lo realmente bueno vino después, cuando me reuní con mis amigos y todos inventamos historias acerca de las maravillosas experiencias que tuvimos. Por uno o dos años en la secundaria me junté con los fumones. Por encima de todo, lo que más me gustaba era pertenecer a un grupo secreto que compartía una sustancia natural que producía efectos similares en todos nosotros. La yerba era la droga de los hippies y estaba asociada con el movimiento por la paz mundial y el amor libre. Provenía de una planta, olía bien y producía efectos interesantes en mi cerebro. ¿Cómo podría ser mala?
Poco a poco me di cuenta que cada vez fumaba más seguido. Empecé a fumar solo y a sentir esas ganas irresistibles de fumar, salir a buscar más yerba. Recuerdo los accesos de tos terribles por fumar pepas o ramitas. Comencé a faltar a clases y quedarme en casa, de alguna manera encontraba divertido ver una y otra vez capítulos repetidos de comedias o dibujos animados y aún así encontrarlos interesantes y entretenidos, no me explico cómo. A lo mejor esa es la misteriosa magia de la yerba: nos permite repetir el mismo día todos los días, con la misma rutina torpe y aburrida, y de alguna manera encontrarlo aceptable. Mis notas bajaron mucho, pero mi preocupación por mis notas disminuyó al punto que no sentía la más mínima ansiedad.
Más adelante me di encontré con un angustiante sentimiento de culpa por no hacer lo que me correspondía, por no ocupar mi lugar en el mundo, fue en ese momento que decidí buscar ayuda y dejar de fumar”
¿Es la marihuana mala para tí? Ciertamente existe suficiente evidencia que causa daño físico, cognitivo y psicológico. Pero para mí el peor de sus efectos es que le roba la motivación a las personas, las ganas de hacer algo para mejorar sus vidas en el mundo académico, laboral y familiar.
- Articulo escrito con la colaboración de un adicto rehabilitado que prefiere permanecer en el anonimato.
Ronny Schmatz Wolff
Si deseas hacer un comentario: comentarios@asesoríaterapeutica.com