Terapia de Pareja: La Comunicación y la Ira.
La ira no significa necesariamente que tu relación está encaminada al fracaso. La ira es una emoción que todos experimentamos usualmente cuando sentimos que algo se debe hacer. La ira te hace consciente que existe un problema. Como manejas la ira puede ser una gran parte del problema. Para algunas parejas la ira hace que sea prácticamente imposible descubrir cual es el problema y como solucionarlo.
En la mayoría de los casos la ira no es el problema. Lo que es problemático es como la pareja maneja la ira, y el impedimento en que la ira se convierte para poder comunicarse adecuadamente.
Pero ¿Cómo manejar la ira?, muchas veces es como tratar de sujetar las riendas de un caballo desbocado que cada vez va más rápido.
Debes darte tiempo para calmarte lo suficiente y analizar lo que realmente está provocando tu ira. Responsabilízate por tu propia ira. Recuerda que tu ira te pertenece a ti y está tratando de decirte algo acerca de ti mismo. La ira casi siempre va dirigida a tu pareja, pero siempre se trata de un problema tuyo más que un problema de tu pareja. Puedes tener quejas y discrepancias válidas con tu pareja, pero la ira es responsabilidad tuya.
Si la ira es una emoción que tú sientes, entonces se puede decir que tú la puedes controlar. Acepta que tú tienes el control. El siguiente paso sería descubrir qué produce la ira que sientes. Insistiendo: trata de enfocarte en ti mismo y no en lo que tu pareja puede estar fallando. No estoy implicando que tu pareja está en lo correcto, solamente propongo la idea que al enfocarte en tu ira, puedas encontrar una manera adecuada y conveniente de comunicarte con tu pareja, permitiendo así que puedan trabajar juntos para encontrar soluciones.
Toma tus ideas, pensamientos y emociones como tu propia perspectiva. Al mismo tiempo acepta que tu pareja tiene su propia perspectiva, y que esta siempre va a tener diferencias y coincidencias con la tuya. Después de todo son dos personas diferentes con experiencias, vivencias y expectativas diferentes. Pensar de esta manera puede ayudarte a mantener la calma.
Analiza que otras emociones pueden estar involucradas. La ira es una emoción secundaria que puede estar escondiendo emociones más difíciles de identificar. Ejemplos de emociones primarias sería sentir tristeza, miedo, dolor o temor al rechazo. La ira muchas veces es una defensa al sentirse vulnerable. La vulnerabilidad emocional, erróneamente, se toma como debilidad, y así aprendimos a esconder nuestra vulnerabilidad y resolver los inconvenientes y problemas sin comunicar lo que realmente sentimos.
La ira puede proporcionar alivio, en la medida que libera energía emocional reprimida y esconde nuestra vulnerabilidad. Tener una reacción iracunda es más fácil que demostrar nuestro temor al rechazo, por ejemplo.
Si tienes que lidiar con la ira de tu pareja, el manejo es diferente, tienes que ayudar a que se calme y luego descríbele el proceso que has aplicado para llegar a la raíz de tu propia ira. Si te parece conveniente puedes solicitar ayuda profesional para llegar a manejar estos conceptos e ideas y aplicarlos en tu relación de pareja.
Ronny Schmatz Wolff
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