Comportamiento controlador en hombres y mujeres.

El comportamiento controlador se caracteriza por la necesidad de una persona de manejar y dirigir el comportamiento de otros. En la mayoría de los casos el control es una reacción al temor. Las personas que tratan de controlar el comportamiento de otros, normalmente sienten temor de estar bajo el control de otras personas o emociones internas.

El comportamiento controlador puede desarrollarse a partir de eventos traumáticos que crearon una sensación de desamparo y caos, causando que una persona desee estar siempre en control de una manera desproporcionada y disfuncional.

En algunos casos puede ser producto de abandono o maltrato. Si en la infancia una persona fue víctima de abuso emocional, físico o sexual, puede llegar a un punto en el cual le es imprescindible retomar el control. Muchos sobrevivientes de abuso infantil no pueden controlar a las personas que abusaron de ellos, pero manifiestan ira y hostilidad. O utilizan estrategias emocionales restrictivas para mantener el control emocional. Este comportamiento disfuncional se manifiesta sobre todo en la relación de pareja.

Descubrir el origen del  temor es la clave para entender y resolver el comportamiento controlador. Entender porqué una persona necesita el poder para mantener las cosas bajo control y sentirse a cargo es lo más importante, es el principio de ir develando los temores que se ocultan detrás de este comportamiento, aunque hayan sido válido en el momento que sufrieron abandono o abuso, son desproporcionados e irreales en este momento de sus vidas.

Los hombres pueden demostrar un comportamiento controlador en aquellos que intervienen en sus vidas para ocultar temores o inseguridades. Aquellos hombres que tienen comportamiento abusivo, lo hacen para infligir dolor en aquellos que aman porque ellos mismos sienten un gran dolor.  Para mantener el poder, asociado al género, no pueden sentirse débiles o vulnerables ante los demás. Aunque su dolor sea de índole emocional y lo mantengan bien oculto, son conscientes de este y sienten la necesidad de transferirlo a otros, generalmente aquellos que están más cerca, la pareja, la familia.

Las mujeres pueden demostrar un comportamiento controlador en varios aspectos de sus vidas para sentir que tienen el poder. Mujeres que fueron víctimas pueden demostrar conductas abusivas para retomar un cierto sentido de poder ante la sensación de impotencia que deben haber sentido. El abuso, las adicciones, falta de confianza, abandono, pueden enviarlas a un descontrol emocional. Cuando una mujer no puede con este descontrol interno, puede tornar su atención al mundo exterior que puede controlar. Muchas mujeres batallan constantemente con conflictos como su imagen corporal, desórdenes alimenticios, celos, culpa, sobreprotección, ansiedad, auto mutilación (provocarse cortes o heridas) o adicciones. Ante las cuales se sienten impotentes, el poder sobre su entorno es una manera de balancear la ecuación.  Para poder resolver la conducta controladora deben resolver primero sus conflictos internos, y así no tener que necesitar mantener el poder.

Estas  afirmaciones con respecto a la diferencia de genero no son  categóricas (en realidad están basadas en estadísticas), cualquiera de los comportamientos disfuncionales descritos pueden presentarse tanto en hombres como en mujeres. Si te sientes identificado con alguno de estos comportamientos disfuncionales (que son altamente destructivos) es muy importante que hagas un análisis de tus verdaderas emociones, si es con la ayuda de un terapeuta, mejor.

Ronny Schmatz Wolff

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