Adicciones: Recaídas y Gratificación Instantánea.
Una adicto que se encuentra en rehabilitación tiene que considerar dos cosas que lo atraen o le gustan, pero que son diametralmente opuestas. Una de ellas tiene que ver con algo que quiere hacer en el presente: consumir sustancias, y la otra que es mas importante y se encuentra en el futuro: una buena calidad de vida, buenas relaciones sociales y familiares, tranquilidad, felicidad y alegría. Ambas cosas dependen de lo que haga en este momento.
Lo que escoja tendrá mucho que ver con la capacidad que tenga de contener la gratificación instantánea. Al consumir sustancias estamos gratificándonos instantáneamente, sin haber logrado ningún esfuerzo o sacrificio a largo plazo. Consumimos la sustancia y obtenemos la gratificación de manera automática debido a la distorsión ocasionada en la química cerebral debido a nuestro abuso de sustancias.
Es un fenómeno que podemos aplicarlo no solo al abuso de sustancias, por ejemplo muchas personas prefieren tener S/.10 ahora que esperar un mes y recibir S/.20. En otras palabras escoger una recompensa menor pero inmediata que una mayor pero más lejana.
Es más las elecciones que deben hacer las personas que se rehabilitan del abuso de sustancias no son tan simples como el ejemplo de los S/. 10 y los S/. 20. No solo se enfrentan a situaciones en las que tienen que escoger entre cantidades y plazos, sino en recompensas que difieren en plazos y calidad.
Cuando un adicto se enfrenta a la elección de escoger entre consumir sustancias (con el placer inmediato que esto le proporciona) y la recompensa de mantenerse abstemio, un término abstracto que proporcionará beneficios en la calidad de vida del adicto en rehabilitación pero que solo se podrá apreciar en el futuro. El adicto en recuperación se enfrenta ante una gratificación instantánea tangible y una recompensa abstracta. Entre algo concreto (ahora), y algo trascendental que llegara con la interacción con otras personas y el paso del tiempo.
Después de un día duro y complicado, tiene que elegir entre la recompensa concreta y la abstracta, trascendental, orientada a mejorar su calidad de vida. Todos conceptos que se tornan borrosos ante el imperioso deseo de la gratificación instantánea.
También se puede auto engañar ante la idea de consumir solo esta vez. En Alcohólicos Anónimos tienen una frase que dice “Un trago es mucho y mil no son suficiente”. Y es verdad.
Es común que en el caso de las recaídas se tenga una especie de memoria selectiva (producto de los cambios en nuestra química cerebral) solo recordamos el placer (la gratificación instantánea) y no el desastre que nuestra adicción trajo a nuestras vidas.
En el camino hacia la rehabilitación no hay que perder de vista las recompensas o gratificación a largo plazo que nuestra abstinencia nos va a traer. Tampoco debemos olvidar todos los perjuicios que nos trajo nuestra adicción.
Ronny Schmatz Wolff
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