Terapia y recuperación: Lo que fácil viene fácil se va.

¿Nunca te has sentido frustrado con esta frase? ¿No sería mejor que venga fácil y sin esfuerzo? ¿Que puedas disfrutar de la vida sin que te cueste ningún esfuerzo? Probablemente sepas en tu fuero interno que esto es una gran verdad, que nada que valga la pena realmente viene sin una gran cuota de esfuerzo y sacrificio.

Lo mismo se puede decir de cualquier tipo de terapia o tratamiento para la recuperación de tu salud mental. En muchos casos puedes hacerte preguntas como: ¿Qué sucede? Ya llevo más de tres meses en terapia de rehabilitación de adicciones y todavía me provoca seguir consumiendo. Tengo semanas de asistir a terapia de pareja y aún se me hace tan difícil establecer una comunicación adecuada con mi pareja.

No debería sorprendernos, si existiera una pastillita mágica que pudiera solucionar nuestros problemas emocionales, hasta yo la tomaría. No estoy diciendo que la medicación prescrita por un psiquiatra no ayude en el proceso de resolución de conflictos emocionales o patologías psiquiátricas, sean estos los que fueran.

Pero, no debemos perder de vista que la terapia a la que asistimos nos obliga a cuestionar nuestros patrones de conducta negativos o inconvenientes. También nos obliga a invertir tiempo en cuestionar ciertas actitudes y manera de conducirnos que pueden ser perjudiciales para nosotros.

Si solo nos quedáramos en el autoanálisis (que no es lo mismo que el auto criticarnos de manera destructiva) ya estamos hablando de un cierto trabajo hacia el interior de nosotros mismos para descubrir quienes somos y que es lo que no queremos en nuestras vidas.

A partir de este autoanálisis tenemos que actuar. Actuar puede llegar a significar un cambio total de nuestro estilo de vida, ya que el que tenemos actualmente no está funcionando adecuadamente. Esto no es tarea fácil para ninguna persona. Muchas veces implica cambios radicales que no se dan de la noche a la mañana.

El hecho de que accedas a una mejor calidad de vida bien vale el esfuerzo. Sigue adelante. No pierdas de vista tus objetivos y no te desanimes. La recompensa vendrá.

Ronny Schmatz Wolff

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