¿No entiendes lo que te dice tu pareja?

¿Nunca te ha ocurrido que cuando le dices algo a tu pareja entiende palabras completamente diferentes y contesta cosas que ni imaginabas que estban relacionadas con lo que dijiste? Se siente como si estuvieran hablando idiomas diferentes. Es una sensación muy frustrante.

Muchas parejas se esfuerzan en tratar de entender lo que el otro dice y a la vez que lo que se comunica sea entendido sin lograr que así sea a pesar de la buena disposición y el empeño que se pone en que las cosas salgan bien. Tratan y se esfuerzan pero no obtienen buenos resultados. Después de un tiempo simplemente dejan de intentarlo debido a la sensación de impotencia y frustración que esto produce.

Esto es completamente normal en la relación de pareja, ambos se encuentran ante un impasse que parece imposible de solucionar. Además si se trata de un tema específico tienes la sensación de “ya se qué me va a responder” así que: ¿Para qué seguir intentando?

A menos que se trate de los tres motivos de conflictos graves: Infidelidad, adicción o abuso verbal o físico en los cuales la parte agraviada toma la palabra de inmediato. En terapia de pareja normalmente ante la clásica pregunta: ¿Qué los trae aquí? o ¿Cuál es el problema? Primero se le da la oportunidad a uno de los miembros de pareja a que se exprese libremente y sin interrupciones, y luego es la oportunidad de la otra persona. En la mayoría de los casos al no estar involucrado emocionalmente, el terapeuta puede escuchar los argumentos de uno y otro lado y actuar como una especie de intérprete.

Todos tenemos necesidades insatisfechas en nuestra relación de pareja, tratar de comunicarlas y no ser entendidos, puede llevarnos a la conclusión de que algo está mal, y definitivamente lo está. Este es uno de los principales motivos por los que las parejas acuden a terapia, y hacen bien.

En muchos casos el sólo hecho de poder expresarse libremente (ambos) y saber que tienen a mano un interlocutor válido y comprensivo hace que la frustración y el dolor disminuyan en gran medida. Es en este clima de tranquilidad en el que ambos pueden llegar a entenderse: ¡por fin!

Tampoco se trata de dorar la píldora, muchas veces en terapia de pareja he tenido que actuar como árbitro que se tiene que adelantar a la jugada antes que se cometa una falta. Pero, a pesar de lo difícil que puede ser por momentos, sobre todo cuando se comunican emociones dolorosas y agobiantes, es un gran comienzo para que la comunicación sea empática (que puedas identificarte con lo que siente tu pareja). A partir de este punto se puede reconstruir la buena comunicación, y no solo eso, tratar de satisfacer las necesidades que tu pareja pueda tener o sentir, y que es lo que quería comunicar.

Hacer todo lo que sea necesario para tener una buena comunicación de pareja y una relación más intima, confiada y fortalecida, bien vale la pena

Ronny Schmatz Wolff

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