Ansiedad: Herramientas útiles para controlarla.
Puedes sentirte preocupado por tu situación económica, porque puedes contraer un resfrío, o porque puede haber un terremoto. No puedes dormir debido a que estás preocupado por tus hijos, tu familia, tu trabajo y así infinidad de pensamientos angustiantes que acuden a tu mente.
¿Te sientes abrumado? ¿Ansioso? Es momento que tomes el control de tus emociones. ¿Te has dado cuenta que la mayoría de los pensamientos que producen ansiedad son producto de eventos que no han ocurrido? La ansiedad se trata del futuro, que existe sólo en tu cerebro. Cuando te sientes ansioso imaginas el peor desenlace de eventos y sientes temor o hasta pánico.
Probablemente algunos eventos negativos se puedan presentar, pero puedes canalizar tu energía mental en prepararte para resolverlos o usar métodos creativos para intentar resolverlos, prestar atención a lo que sucede a tu alrededor en el presente en lugar de desperdiciar esa energía mental en sentir ansiedad.
Si te das cuenta que estas fantaseando con escenarios angustiantes acerca del futuro, debes inhibir estas fantasías enfocándote en el presente. La manera más efectiva de lograr esto es concentrarte en tu respiración. Cuando nos encontramos ansiosos respiramos superficialmente o contenemos la respiración. Exhala lo más que puedas, esto crea espacio en tus pulmones para que puedas conscientemente inhalar de manera profunda.
Mientras inhalas y exhalas profunda y lentamente, concéntrate en las sensaciones físicas asociadas a la respiración, la manera en que tu torso y abdomen se dilatan y contraen, la temperatura del aire que respiras, el sonido de tu respiración. Estas sensaciones te conectan con el presente, con tu propio cuerpo.
Puede ser que la ansiedad cause otras sensaciones desagradables en tu cuerpo, enfoca tu respiración hacia esas sensaciones e imagina que tu respiración actúa como un bálsamo que calma y hace desaparecer esas sensaciones.
Es difícil que concentrándote en tu respiración puedas tener pensamientos que produzcan ansiedad. Cuando estás ansioso tu diafragma se pone tenso no puedes respirar correctamente y esto produce una sensación de angustia y pánico.
Una vez que estés respirando correctamente, que puedas sentir que tus tensiones corporales se relajan, es hora de enfocarte en la realidad, el presente, olvidarte de pensamientos o fantasías catastróficas acerca del futuro y poner los pies sobre la tierra, literalmente.
Esto puedes lograrlo si te pones de pie afirmas tus talones en el suelo y flexionas ligeramente la rodillas. Te va a proporcionar una manera física de conectarte con la realidad y el presente. Imagínate, mientras sigues respirando como se indicó anteriormente, que estableces una conexión con el presente y la sensación de tranquilidad y calma que necesitas.
Debes mantener un foco de concentración unidireccional, es decir, pensar en una sola cosa: TU TRANQUILIDAD.
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Ronny Schmatz Wolff