¿Estás alimentando tu ansiedad?
Respirar profundamente, relajar tus músculos y enfocarte en el presente, son algunas de las maneras más comunes de manejar la ansiedad. ¿Sabías que modificar tus hábitos alimenticios también puede ayudarte a sentirte más calmado? Hay cierto tipo de comidas y sustancias que tienden a provocar stress y ansiedad, de hecho existen algunos alimentos que pueden provocar ataques de pánico.
La cafeína, el azúcar y el alcohol aumentan los niveles de ácido láctico en el torrente sanguíneo. Estudios recientes demuestran que altas concentraciones de ácido láctico en el cuerpo aumentan la ansiedad e incluso pueden provocar ataques de pánico. La cafeína bloquea la producción de adenosina un neurotransmisor relacionado con el estado de alerta y la inducción del sueño. La falta de adenosina actúa en la glándula pituitaria y ésta controla y aumenta los niveles de adrenalina que a su vez induce a un aumento en el estado de ansiedad.
El consumo de azúcar hace que el páncreas libere insulina, que reduce la glucosa contenida en la sangre, provocando cambios de humor y agitación. El consumo de alcohol también produce fluctuaciones en los niveles de azúcar aumentado la ansiedad y agitación.
Los condimentos usados al cocinar también pueden provocar síntomas de stress. La sal drena los niveles de potasio en el cuerpo. El potasio es importante para el funcionamiento del sistema nervioso. El consumo de sal también aumenta la presión arterial que afecta al corazón y las arterias. El glutamato monosódico afecta el sistema nervioso, provocando dolores de cabeza, hormigueo, adormecimiento y dolores en el pecho.
En los alimentos procesados, aditivos artificiales y los preservantes, producen reacciones relacionadas a la ansiedad a las personas que sean sensibles a estos productos. El aspartame, un edulcorante artificial, es neurotóxico y debería estar prohibido su consumo.
Alimentos procesados que contengan ingredientes refinados como: harina blanca, azúcar blanca o arroz blanco, promueven una deficiencia de vitamina B1, que a su vez puede llevarnos a sentir síntomas de ansiedad e inestabilidad emocional. En estos mismos alimentos procesados el magnesio que contienen disminuye mucho su nivel, la deficiencia en el nivel de magnesio es un factor que puede provocar síntomas de un ataque de pánico.
Las personas que están lidiando con desórdenes de ansiedad o ataques de pánico deberían tener horarios para las comidas y no romperlos, este desorden en las comidas puede producir hypoglicemia o bajos niveles de azúcar en la sangre, puede ser que la hypoglicemia dispare los niveles de adrenalina para prevenir un desmayo, lo que puede inducir un ataque de pánico.
Aprender a manejar la ansiedad implica cambios de comportamiento en diferentes áreas. Adicionalmente a respirar correctamente, relajarse y utilizar habilidades cognitivas para detener los pensamientos que causan ansiedad, es muy importante mantenerse físicamente sano. Tener en cuenta que una alimentación adecuada es fundamental para que no se produzcan reacciones físicas que disparen síntomas de la ansiedad.
Ronny Schmatz Wolff
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