Me siento bien, tu no, y eso me hace sentir mal.

¿Alguna vez te has encontrado en una situación en la que te sientes bien, estás con buen ánimo y de buen humor pero conversas con una persona que no lo está y así de repente sientes conflictos y te encuentras en un estado emocional negativo? ¿Quieres ayudar a esa persona sin que te transmita estas emociones negativas? ¿Sientes que la única alternativa que tienes es salir de ahí lo más rápido posible? ¿Te das cuenta que ninguna de las dos alternativas te va a hacer sentir bien?

Este es uno de los retos por los que atravesamos para mantener relaciones personales sanas. Aunque aparentemente sean las dos únicas alternativas que tienes: dejarte absorber por estas emociones negativas o huir, existe una tercera alternativa: diferenciación.

Otra palabra para describir este fenómeno sería: “Fusionarse”. Esto significa perder nuestra individualidad y “fusionarnos emocionalmente”  con la otra persona. Nacemos con este fenómeno de “fusión emocional”. Cuando somos infantes, no sabemos dónde terminamos nosotros y dónde comienzan las otras personas. Cuando nuestro cerebro finalmente es capaz de comprender que somos individuos, se instala la ansiedad de la separación, disparando una especie de aislamiento emocional, creando la añoranza de la “fusión emocional”.

La “fusión emocional” puede sentirse como si fuera amor, conexión o empatía. Puede ser que sea la única manera en la que te puedas relacionar con otra persona, o la manera que te enseñaron que se supone debes sentirte. Si alguien que amas se siente de una manera tú te sientes de esa manera, mantenerse neutral e independiente puede hacerte sentir solo, o auto calificarte como descuidado e insensible.

La realidad es que la “fusión emocional” no beneficia a ninguna de las personas involucradas. Si tu pareja está estresada y tú te estresas: ¡Ambos van a estar estresados!

La diferenciación puede ayudar en estas circunstancias. ¿Te acuerdas de ese viejo consejo: cuenta hasta diez antes de responder? ¡Funciona! En este caso la diferenciación es algo parecido, tomate unos instantes: no debes sentir lo mismo que tu pareja está sintiendo, puedes identificarte con lo que siente, pero no sentir lo mismo. Si sientes lo mismo no vas a poder escuchar objetivamente lo que está comunicando y poder aportar alternativas de solución, consuelo o simplemente empatía.

Si no lo haces puede ser que el malestar que te produce te lleve a un “corte emocional” el equivalente de huir, y poco a poco el distanciamiento será más grande y en algunos casos será imposible de retomar la conexión emocional.

La diferenciación es la habilidad de una persona de mantener su propia individualidad y aun así mantener una conexión emocional con las personas que ama: pareja, amigos, familiares, etc. Es una habilidad que debemos desarrollar y ejercitar para mantener relaciones sanas, independientes y funcionales.

Ronny Schmatz Wolff

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