¿Podemos beneficiarnos de la culpa que sentimos?

La culpa como emoción o sentimiento solamente, es autodestructiva e inútil. Nos sentimos culpables por actos que cometemos que perjudican a alguien o que están en conflicto con lo que valoramos de  nosotros mismos, también, si no actuamos cuando estamos en desacuerdo con actos u opiniones que van en contra de quienes somos o mejor dicho nuestra propia escala de valores.

Cuando digo que la culpa es inútil, me refiero al sentimiento, a la emoción. ¿Podemos hacer que esta emoción negativa nos sea de provecho? ¡Por supuesto!

Si sentimos culpa, lo primero que vamos a hacer, como una reacción automática, predeterminada, es calificarnos de manera negativa, lo que constituye un ataque directo a nuestra auto valoración. Lo importante es sobrepasar esta emoción automática e ir más allá.

Ir más allá significa dejar a un lado esta respuesta emocional automática, a algunos de nosotros nos toma más tiempo que a otros, sobre todo si nunca hemos tratado de analizar qué provoca nuestro sentimiento de culpa.

Si nos permitimos hacer a un lado la emoción, entonces podemos hacer un análisis auto crítico que no implique una calificación negativa de lo que hicimos o dejamos de hacer. A la luz de este auto análisis podemos ser más objetivos. Determinar exactamente qué nos hizo sentir culpables y porqué.

Si tenemos una correcta actitud hacia nosotros mismos podremos identificar los factores en juego. Palabras, hechos, actitudes o pensamientos que nos hacen sentir culpa. A partir de aquí la cosa se pone interesante.

No podemos detenernos en la identificación solamente. Hay que actuar. ¿Cómo? Perdonándonos nuestro error y buscar alternativas de solución. Si cometimos un acto que perjudicó a alguna persona, tratar de reparar el daño, no solamente pedir disculpas. Actuar de manera tal que no volvamos a repetir la conducta que ocasiona daño.

En el caso que no hayamos perjudicado a otra persona pero hemos actuado en contra de lo que valoramos en nosotros mismos: ¡Más importante aún! Debemos desterrar este tipo de conducta que nos trae conflictos internos y en la cual la culpa es solamente el termómetro que indica que algo está mal.

Probablemente el ejercicio que propongo no sea fácil ni agradable, significa ponernos en contacto con actitudes y conductas que no nos gustan de nosotros mismos. Si no te crees capaz de hacerlo solo, busca ayuda. Tu bienestar y tranquilidad emocional son primero que nada. ¿Suena egoísta? No lo es. Si no nos sentimos bien con nosotros mismos solo podremos ofrecer lo peor de nosotros a los demás.

Ronny Schmatz Wolff

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