Alcoholismo y Abuso de Alcohol
El alcoholismo y el abuso de alcohol se deben a múltiples factores, entre los que se pueden encontrar: la herencia genética, el entorno (medio ambiente), y tu salud emocional. Personas que tienen una historia de alcoholismo en la familia o que se asocian con personas que abusan del alcohol están más expuestas a desarrollar la enfermedad del alcoholismo.
Debido a que el consumo de alcohol es común y los efectos varían ampliamente en cada persona, no siempre es fácil identificar la línea que divide a un bebedor social de aquel que tiene problemas de abuso de alcohol y alcoholismo. La pregunta importante es: ¿De que manera te afecta el consumo de alcohol? Si el alcohol ocasiona problemas en tu vida, entonces estás abusando del alcohol o eres un alcohólico.
Sintomas del abuso de alcohol:
- Actuar irresponsablemente con respecto a tu trabajo, estudios u obligaciones familiares, debido a tu consumo de alcohol.
- Consumir alcohol en situaciones peligrosas. Como por ejemplo: beber y conducir, operar maquinaria bajo la influencia del alcohol, combinar alcohol con medicación (en contra de las órdenes de tu médico), tener sexo sin protección.
- Seguir abusando del alcohol a pesar que te ocasiona problemas de índole legal como: Ser detenido por conducir ebrio o por ocasionar escándalos.
- Continuar con tus hábitos de consumo de alcohol a pesar que te ocasiona problemas familiares. Discutir con cualquier miembro de tu familia por la forma en que actúas cuando estás ebrio.
El alcoholismo es el más severo de los problemas ocasionados por el consumo de alcohol. Incluye todos los síntomas del abuso de alcohol pero, además incluye otro elemento: Dependencia del alcohol. Si necesitas del alcohol para poder enfrentar el día a día, o tienes un ansia física incontrolable por consumir alcohol, entonces eres un alcohólico.
Los síntomas más importantes:
- Desarrollo de tolerancia. Cada vez necesitas más alcohol para sentir el mismo efecto.
- Desarrollo del síndrome de abstinencia. Tu alcoholismo ya manifiesta ciertos síntomas físicos que sólamente se pueden calmar con el consumo de más alcohol, como por ejemplo: temblores, ansiedad, sudoración, insomnio, dolores de cabeza, depresión, irritabilidad, fatiga, pérdida del apetito, entre otros.
No debes esperar a llegar a este punto para buscar ayuda. Es difícil admitir ante ti mismo que tienes un problema con el alcohol, pero es el primer paso hacia tu rehabilitación. La negación solo trae peores consecuencias.
No dejes que el alcohol destruya tu vida: ¡BUSCA AYUDA AHORA!
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Ronny Schmatz Wolff
