Los hombres: ¿Emocionalmente diferentes que las mujeres?

La investigación demuestra consistentemente que hombres y mujeres somos más parecidos que diferentes. Compartimos la misma estructura cerebral, similares necesidades de aprobación y conexión emocional y generalmente compartimos las mismas metas en nuestras vidas. Aunque existan diferencias evidentes en la superficie, éstas no deben tomarse como realmente importantes,  como si fuéramos seres de otra especie o planeta.

Cuando los hombres comienzan a relacionarse con la sociedad en la infancia y juventud, sus valores y comportamiento deben encajar en el rol que culturalmente se considera “masculino”. Esto incluye tener control sobre sus emociones, tener éxito en cualquier actividad que nos interese y no demostrar vulnerabilidad. Si de alguna manera no encajamos en este rol, somos estigmatizados como “débiles”, si demostramos vulnerabilidad emocional hasta puede ser que seamos calificados peyorativamente como “maricas” (en la acepción de falta de coraje o valentía).

Es común que hombres que tengan que ajustarse rígidamente a estas “normas de masculinidad” estén suprimiendo emociones que los hagan sentirse vulnerables. Precisamente estas emociones juegan un rol importante en la intimidad emocional necesaria para una relación de pareja.

La sociedad le enseña a los hombres que su valor está en su efectividad (esto es: su habilidad para actuar, hacerse cargo, tomar el control, éxito, obtener resultados, proveer, entre otros.) No debemos dejar que esta actitud “masculina” nos engañe. Debajo de este condicionamiento existe un ser sensible que necesita ser amado por quien es, que necesita una pareja que esté a su lado y lo aprecie aunque no esté alcanzando sus objetivos, que lo reconforte si tiene dudas o conflictos y que lo apoye si  algunas cosas están fuera de su control. Puede ser que no comunique estas emociones debido a su condicionamiento, si como pareja tienes esto en cuenta, puedes propiciar el diálogo con preguntas aparentemente inocuas como: ¿Qué tal tu día?   ¿Cómo te sientes?  ¿Pareces preocupado, tienes algún problema? Una vez que se abra una rendija en la puerta: ¡Aprovecha y termina de abrirla!

Como mencioné en un párrafo anterior, los hombres necesitamos expresar nuestras emociones y comunicar lo que sentimos. Si demuestras empatía y puedes identificarte con lo que siente, habrás dado un gran paso en la fluidez y adecuada comunicación de emociones que influyen en la relación de  pareja.

Comunicar tranquilamente lo que sentimos, con la confianza de no ser evaluados de alguna manera, se convertirá en una actividad cotidiana y beneficiosa.

Ronny Schmatz Wolff

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