Terapia de pareja
Actualmente las parejas se ven atacadas por diferentes estímulos de orden interno o externo que amenazan su armonía y estabilidad.
En un principio existe el enamoramiento que poco a poco debe dar paso al amor y la intimidad, es decir la total confianza de comunicarse el uno con el otro sin ninguna reserva. También se da una atracción sexual más consolidada del uno por el otro.
Cualquier cambio (positivo o negativo) que se de en la pareja es motivo de crisis en la pareja, si no hay una adecuada comunicación y resolución de la crisis pueden presentarse conflictos.
Cabe resaltar que crisis es sinónimo de cambio, puede ser un cambio positivo el que desencadena una crisis. Por ejemplo la adquisición de un departamento que viene a ser un avance en la pareja puede acarrear una infinidad de conflictos para ponerse de acuerdo en detalles tales como: en que zona adquirirlo, que área es la más conveniente, cuantas cocheras debe tener, y así una lista interminable de detalles.
Los conflictos desencadenan patrones de conducta negativos que atacan la armonía y tranquilidad con el que debe discurrir una relación de pareja.
Algunos de estos patrones de conducta son fácilmente detectables como:
LA RECIPROCA ACTITUD NEGATIVA: Cuando uno de los miembros se comunica en forma negativa, el otro normalmente responde con una actitud negativa también lo cual produce una escalada que puede acabar en la violencia.
ATENCION SELECTIVA: las parejas en conflicto no se dan cuenta de las actitudes positivas del otro y se focalizan solo en las actitudes negativas.
PERDER LAS HABILIDADES DE COMUNICACIÓN: Cuando un miembro de la pareja comunica algo es tomado con un sentido completamente diferente y fuera de contexto, es como si una hablara chino y el otro escuchara japonés, ninguno entiende lo que el otro quiere comunicar.
PERDIDA DEL DESEO SEXUAL: Es común que en medio de este amalgama de conflictos no resueltos se pierda el apetito sexual.
Usando la TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL podemos mejorar la comunicación en la pareja, resolver problemas en conjunto sin tener que entrar en conflictos o violencia, hacer cambios en las expectativas que tenemos el uno del otro para que estas no sean irracionales, poder respetar las diferencias y habilidades que cada uno posee y usarlas en provecho de la relación de pareja. Llevar una vida armoniosa y plena. Recuperar la atracción sexual del uno por el otro.
