¿Buscas placer de manera compulsiva?
La vida diaria nos produce estrés. La forma más fácil de aliviar el estrés es la búsqueda del placer, realizar una actividad que nos produzca placer. Cuando esta actividad placentera se desgasta o ya no nos llena, sentimos más estrés. ¿Te ha sucedido?
Se puede convertir en una compulsión. De acuerdo a estudios realizados* el estrés no solamente nos predispone a buscar placer, nos hace desearlo desproporcionadamente y la recompensa nunca está a la altura de nuestro deseo.
De acuerdo a la opinión de los psicólogos, si seguimos en este círculo vicioso podemos encontrarnos en un estado llamado anhedonia o más claramente la incapacidad de sentir placer en las actividades que normalmente nos lo proporciona.
Según un experimento realizado en personas a las que les gusta el chocolate, el grupo que fué inducido artificialmente al estrés, la recompensa del placer no proporcionaba una satisfacción adecuada, a pesar que contrastado con el grupo de control recibía tres veces más chocolate como recompensa. *
Lo que explica porqué el estrés es un disparador para buscar placer de manera inmediata y no tener la suficiente tolerancia a la frustración para cumplir proyectos a corto, mediano y largo plazo, desde una dieta, un programa de ejercicios, un proyecto académico o laboral, o la rehabilitación de adicciones.
El mismo resultado se observó en un experimento con ratas adictas a la cocaína. Después de haberlas desintoxicado, al ser sometidas a un factor estresante, la recaída es casi inmediata. *
El estrés es una respuesta emocional natural: nos prepara para actuar, nos pone en estado de alerta. Es importante tener en cuenta que la solución no es contrarrestar el nivel del estrés con la búsqueda compulsiva del placer. Métodos de relajación y una adecuada evaluación y manejo de los factores estresantes son una mejor alternativa.
Es necesario encontrar estrategias adecuadas para lidiar con el estrés, como por ejemplo: la correcta administración del nuestros horarios, no incurrir en la dilación. Armar una lista de prioridades en nuestras actividades: estudiar qué es lo más importante y aquello que está en nuestro poder resolver.
Ronny Schmatz Wolff
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