Reinvención (*)
Muchos de nosotros soñamos con un futuro diferente a nuestra realidad: viviríamos en el campo o la playa y no en la ciudad, dejaríamos la soltería para tener una familia o pintaríamos murales para ganarnos la vida. Llegar de aquí hacia allá es difícil, principalmente porque existen fuerzas internas poderosas que se oponen a la reinvención.
Está en nuestra naturaleza invertir nuestra energía en resolver los problemas o inconvenientes del día a día, tener una visión no muy clara de nuestro futuro y nuestros sueños, persiguiéndolos para darnos cuenta después que no eran los que en realidad deseábamos. Algunas veces nos rendimos cuando deberíamos presionar más o persistimos tercamente en lo que deberíamos abandonar. Sin una adecuada evaluación de nuestro presente y nuestro futuro y una manera efectiva de determinar, perseguir y alcanzar nuestras metas, podemos terminar enfermos, desposeídos, solos o insatisfechos.
¿Qué Hacer?
Según Ravena Helson (1) “Debemos modificar nuestra identidad en el transcurrir de nuestras vidas” Nunca es tarde para reinventarnos, según el estudio de la profesora Helson, existen personas que hacen cambios radicales en sus vidas aún a edades avanzadas, claro, es mejor hacerlo más temprano e ir observando la evolución de nosotros mismos mientras avanzamos.
Si no tenemos metas u objetivos a largo plazo sean estos laborales, académicos, personales, familiares o sociales, por ejemplo, corremos el riesgo de involucrarnos en tareas diarias como contestar correos, revisar redes sociales o ponernos al día con alguna serie televisiva sin hacer una contribución sustancial a nuestro futuro, lo que puede hacernos sentir ansiosos o insatisfechos. “Debes dedicarle tiempo a la persecución de tus metas” (2).
Antes de reinventarte debes tener un conocimiento real de quién eres, tienes que ser capaz de identificar tus fortalezas, debilidades, deseos y tu propia historia personal. Una tendencia natural es sobrevalorar nuestras habilidades o sobredimensionar nuestras carencias, por esta razón debemos ser brutalmente honestos con esta autoevaluación y con el esfuerzo que significa alcanzar la reinvención que perseguimos.
Debe existir una armonía entre lo que valoramos y las metas que perseguimos, muchas veces las metas que perseguimos son influenciadas por las opiniones o consejos de otras personas y entonces terminaríamos cumpliendo con alcanzar sueños y metas que no son realmente nuestros.
Un buen comienzo para reinventarte sería imaginar que te causaría arrepentimiento de no haber hecho.
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(*) Interpretación libre de un artículo de Rebecca Weber.
(1) Rebecca Helson: profesora de Psicología de la Universidad de California, Berkeley.
(2) Art Markman: profesor de psicología en la Universidad de Austin, Texas.